
Tras la sorpresiva muerte del capo mexicano de las drogas Hector Beltrán Leyva "El H" en la prisión de maxima seguridad de El Altiplano y que coincidió con el juicio que se esta llevando en Nueva York contra Joaquín Guzmán Loera "El Chapo" antiguo socio de Los Beltrán Leyva, las especulaciones sobre su muerte no se han hecho esperar y es que es muy raro que un capo de los Beltrán Leyva fallezca por causas naturales cuendo se esta llevando el juicio contra el Chapo Guzmán quienes eran sus socios y que en 2008 paso a ser sus mas grandes enemigos cuando los Beltrán Leyva acusaron al Chapo por la captura de Alfredo Beltrán Leyva "El Mochomo" quien mas tarde seria extraditado a Estados Unidos donde según reportes El Mochomo podría testificar en contra de Guzmán Loera durante su juicio en Estados Unidos que le podría costar la cadena perpetua.
Por todo esto no seria de extrañar que Hector Beltrán Leyva supiera muchos secretos no solo del narcotráfico si no de sus conexiones con gente en las altas esferas del gobierno como ya ocurrió con las declaraciones de el hermano de El Mayo Zambada, el Rey Zambada que ya declaro en el juicio contra El Chapo y que paso acusar a expresidentes de México mas en especifico a Felipe Calderón a quien acusaron de recibir dinero por parte del Cártel de Sinaloa, incluso su hombre de confianza Genaro Garcia Luna Secretario de Seguridad Publica durante el sexenio de Calderón recibió 56 millones de dolares durante 2005 y 2007 para servir los intereses del Cártel de Sinaloa y de los Beltran Leyva, con estos últimos eran con quien Garcia Luna tenia un "compromiso firme" pero que al final no pudo cumplir con sus tratos dándole la espalda a los Beltrán Leyva en el 2008.
El primer soborno, que se produjo en un restaurante en 2005, ascendía a tres millones de dólares. García Luna estaba al mando de la agencia federal de investigaciones. A este siguió otro de entre tres y cinco millones en 2007 cuando García Luna ya era secretario de seguridad pública.
“¿Se reunió con García Luna en un restaurante?”, le preguntó el abogado William Purpura. “Sí”, respondió Jesús Zambada. El efectivo iba en un maletín y el primero tenía como propósito conseguir que se nombrara como jefe de la policía en Culiacán a una persona de confianza del cartel, para así “tenerlo en su bolsillo”. El letrado ya le preguntó antes si El Mayo habría estado dispuesto a ir lo más alto posible en política con la trama de corrupción y comprar si hacía falta al presidente de México. “Tal vez”, afirmó desde en el interrogatorio.
Además, indicó que García Luna tenía “un compromiso en firme” con el clan formado por los hermanos Beltrán Leyva. Para garantizar la protección de la organización, añadió, entre 2006 y 2007 juntaron con sus socios 50 millones de dólares que desembolsaron a través de los sicarios Édgar Valdez Villareal, La Barbie, y José Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio.
Es por eso que la familia de Hector Beltrán Leyva hermano del abatido jefe del clan Arturo Beltrán Leyva "El Jefe de Jefes" abatido por la Marina en el sexenio de Felipe Calderón no creen que "El H" hubiera muerto de un infarto de acuerdo a las declaraciones que fueron publicadas en el portal de noticias la Silla Rota:
La familia de Héctor Beltrán Leyva, alias “El Ingeniero” o “El H”, quien falleció por un supuesto infarto el domingo pasado, no se cree que fueron causas naturales las que causaron el padecimiento y buscarán a expertos forenses para que realicen una autopsia independiente.
“La familia del capo no cree que éste haya fallecido por causas naturales, y ante la preocupación de que pudiera haber sido envenenado, manifestaron a autoridades federales que pedirían una necropsia realizada por médicos forenses alternativos”, dice el texto en el portal LSR.
Las sospechas se fundan en que Héctor Beltrán no había manifestado padecimientos que pudieran ligarse a un infarto, e inclusive tenía una rutina de ejercicio en la prisión.
Según la nota, Alfredo Beltrán Leyvan, alias “El Mochomo”, prisionero en Estados Unidos, y su hermano, “El Ingeniero” a "El H", quien murió, tuvieron comunicaciones a través de diversas personas, según revelaron fuentes de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SEIDO) meses antes de su muerte.
Mientras tanto la noche de ayer martes los restos de Hector Beltrán Leyva fueron velados en una discreta ceremonia fúnebre que únicamente contó con la presencia de sus familiares y allegados más cercanos.
El sepelio se ha desarrollado de manera discreta, vecinos y comerciantes indicaron que conforme pasaba el tiempo se observó la llegada de automóviles lujosos y guardaespaldas que lideraban la logística de sus protegidos.
Hasta ahora, no se han revelado más detalles sobre las pompas fúnebres de Beltrán Leyva, originario de Badiraguato Sinaloa, a petición de su familia.
Sin duda Alfredo Beltrán Leyva se llevo muchos secretos a su tumba, muchos secretos que tal vez nunca salgan a la luz.
El primer soborno, que se produjo en un restaurante en 2005, ascendía a tres millones de dólares. García Luna estaba al mando de la agencia federal de investigaciones. A este siguió otro de entre tres y cinco millones en 2007 cuando García Luna ya era secretario de seguridad pública.
“¿Se reunió con García Luna en un restaurante?”, le preguntó el abogado William Purpura. “Sí”, respondió Jesús Zambada. El efectivo iba en un maletín y el primero tenía como propósito conseguir que se nombrara como jefe de la policía en Culiacán a una persona de confianza del cartel, para así “tenerlo en su bolsillo”. El letrado ya le preguntó antes si El Mayo habría estado dispuesto a ir lo más alto posible en política con la trama de corrupción y comprar si hacía falta al presidente de México. “Tal vez”, afirmó desde en el interrogatorio.
Además, indicó que García Luna tenía “un compromiso en firme” con el clan formado por los hermanos Beltrán Leyva. Para garantizar la protección de la organización, añadió, entre 2006 y 2007 juntaron con sus socios 50 millones de dólares que desembolsaron a través de los sicarios Édgar Valdez Villareal, La Barbie, y José Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio.
Es por eso que la familia de Hector Beltrán Leyva hermano del abatido jefe del clan Arturo Beltrán Leyva "El Jefe de Jefes" abatido por la Marina en el sexenio de Felipe Calderón no creen que "El H" hubiera muerto de un infarto de acuerdo a las declaraciones que fueron publicadas en el portal de noticias la Silla Rota:
La familia de Héctor Beltrán Leyva, alias “El Ingeniero” o “El H”, quien falleció por un supuesto infarto el domingo pasado, no se cree que fueron causas naturales las que causaron el padecimiento y buscarán a expertos forenses para que realicen una autopsia independiente.
“La familia del capo no cree que éste haya fallecido por causas naturales, y ante la preocupación de que pudiera haber sido envenenado, manifestaron a autoridades federales que pedirían una necropsia realizada por médicos forenses alternativos”, dice el texto en el portal LSR.
Las sospechas se fundan en que Héctor Beltrán no había manifestado padecimientos que pudieran ligarse a un infarto, e inclusive tenía una rutina de ejercicio en la prisión.
Según la nota, Alfredo Beltrán Leyvan, alias “El Mochomo”, prisionero en Estados Unidos, y su hermano, “El Ingeniero” a "El H", quien murió, tuvieron comunicaciones a través de diversas personas, según revelaron fuentes de la Subprocuraduría Especializada en Delincuencia Organizada (SEIDO) meses antes de su muerte.
Mientras tanto la noche de ayer martes los restos de Hector Beltrán Leyva fueron velados en una discreta ceremonia fúnebre que únicamente contó con la presencia de sus familiares y allegados más cercanos.
El sepelio se ha desarrollado de manera discreta, vecinos y comerciantes indicaron que conforme pasaba el tiempo se observó la llegada de automóviles lujosos y guardaespaldas que lideraban la logística de sus protegidos.
Hasta ahora, no se han revelado más detalles sobre las pompas fúnebres de Beltrán Leyva, originario de Badiraguato Sinaloa, a petición de su familia.
Sin duda Alfredo Beltrán Leyva se llevo muchos secretos a su tumba, muchos secretos que tal vez nunca salgan a la luz.