CANADIENSE Y ESPAÑOL SON ASESINADOS EN LA MHIDALGO

Migual Hidalgo, CDMX.- El objetivo de aquel sicario era asesinar a un hombre originario de Canadá que paseaba a su perro por calles de la Miguel Hidalgo. Se acercó para dispararle, pero el ladrido del animal hizo que perdiera el control de su arma. Cumplió su cometido, pero “sin querer”, lesionó también a una señora que pasaba por ahí y... mató a un padre de familia.

Él se llamaba Eliezar Adame, tenía 51 años de edad. Originario de España, casado y con dos hijos, el sábado estaba a metros de llegar a su casa cuando una bala perdida le quitó la vida.




En el asiento del copiloto lo acompañaba su esposa, en el trasero, iba su pequeño hijo. Ambos resultaron ilesos, pero Eliezar murió frente a ellos.

Ahora la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad (PGJCDMX) busca a aquel sicario.


Hasta el momento, los investigadores no saben con exactitud cuál es el móvil del crimen. Sólo tienen confirmado que el hombre canadiense era el objetivo del ataque, según se asienta en el expediente CI-FCIH/UI-1/S/D/0450/12-2019.





El informe de las autoridades detalla que pasaban de las 11:00 horas del sábado cuando se registró todo, en la Avenida Tecamachalco, en la colonia Reforma Social.

A esa hora se cruzaron las tres víctimas del ataque, sin que existiera relación alguna entre ellos.

El primero: Un hombre originario de Canadá. Caminaba sobre la banqueta paseando a su perro, un Pitbull Terrier negro.

El segundo: Eliezar Adame Benítez. Estaba por llegar a su casa. Iba en su camioneta acompañado de su esposa Eva y su hijo de 12 años de edad.




 
La tercera: Guillermina Rodríguez González, una mujer de 62 años de edad que se desempeñaba como trabajadora de limpieza de una casa cercana. Caminaba por debajo de la banqueta.

A las 11:11 horas comenzó el ataque. Un sujeto vestido de negro se acercó caminando y por detrás, al hombre que llevaba el perro. Llevaba un arma en la mano.

Estaba por disparar cuando aparentemente el can ladró. El sujeto no se detuvo y detonó su arma.

Fueron al menos seis tiros los que hizo: cuatro de ellos acertaron… en tres personas.

Sobre la banqueta quedó muerto el objetivo de su ataque. Quedó tendido boca abajo, mientras su perro se iba de ahí.





Al escuchar los tiros Eliezar aceleró. Su esposa cuenta que se oyeron las detonaciones y luego lo vieron sangrar. Se detuvo cuando se estrelló con otro auto estacionado justo afuera de su casa. Ahí, dentro de la camioneta, murió.

Las mismas detonaciones hicieron correr a la señora Guillermina. Una bala alcanzó su pierna izquierda. Aún herida, huyó de ahí.

Mientras todo era caos en el lugar, el sicario regresó con un cómplice y huyó.

Agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y de la Policía de Investigación de la PGJ rastrean ya al homicida.

Anoche las autoridades esperaban la llegada desde Canadá, de los familiares del objetivo del ataque para saber los motivos del crimen
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